Cuentos y relatos

El botón

La cobardía es la madre de la crueldad. Michel de Motaigne

Ahí está, mirándote desde hace dos semanas. Esto ya te está...  

Humano de los cuatro demonios

Si fuera posible orientarse con claridad en las tinieblas del inconsciente, no habría inconsciente. Romain Gary

El estigma

Tengo tres perros peligrosos: la ingratitud, la soberbia y la envidia.
Cuando muerden dejan una herida. 

Martín Lutero

El beso

Un mundo nace cuando dos se besan. Octavio Paz

La pregunta

Fabián, cada lunes partía muy temprano hacia la escuela. Se le adivinaba el ánimo en el pelo encrespado y la mirada torva. Su padre lo notaba, claro que lo notaba, pero sólo le decía: "¡Vamos, me...

Culpable

Te creés culpable. De eso estás seguro. Te dieron un informe tan detallado de lo que hiciste que a medida que te leían las atrocidades que te atribuyen, comenzaste a sentir el sabor agrio de la... 

Difícil de explicar

Tenía que buscar a mi mujer, quien pasaba dos mañanas por semana con su tía Alcira. Una vez más inventé una excusa laboral para no almorzar con ellas. Comer junto a la anciana me ponía de muy...  

No lo hagas

Desperté con la convicción de que había llegado el día. Debía hacerlo. Afuera la lluvia hacía correr aguas turbias por las calles. Vendría la inundación. Nada de eso era importante. Tanto, que...

El ladrón

Detuve el capítulo 21 de Mr. Sunshine y me quedé mirando por un momento la cara de Ae-shin en la pantalla. Qué bellos son los coreanos. Pero afuera los perros reclamaban su ración nocturna...

Otra vez

"Éste es tu momento de gloria", le había dicho el entrenador y ahí estaba él, acomodando el balón frente a un arquero que bailoteaba nervioso en el centro del arco. ¡Cómo hubiese querido saber...

La sombra

No soy ni la sombra de lo que era, le dijo a su compañero de oficina, antes de irse. Un sabor áspero se le alojó debajo de la lengua por el disgusto. Mientras bajaba la escalera pensó que debía restarle...

Dos lágrimas

Dos lágrimas salieron de sus ojos. Corrieron lentas por las mejillas resquebrajadas y se secaron en el borde de la blusa negra. Seguramente vendrán más, pero será cuando el dolor se convierta...

La tía Cachada

A tía Vilma le decíamos la tía Cachada. Era tía de mi madre, lo que resultaba sorprendente por la diferencia de estatura: la tía le pasaba como dos cabezas en altura y una cadera en anchura. La falda...

La Venus

Tía Marciana se metía al mar siempre desnuda y desataba los comentarios familiares: mirála a la loca; no está loca, es bien viva, lo hace para provocar a los hombres; ay por Dios, menos mal que ya...

Señorita Chichí

−¡Señorita Chichí! ¿Se acuerda de mí? La anciana miró al almacenero y tuvo deseos de decirle que no, pero el hombre le sonreía con una mirada tan tierna que sólo se atrevió a responder con un gesto...

Mi tren

Pasa el tren nuevamente. Recordé la época en que venías en el último de los viernes por la tarde, cuando regresabas de tu labor de maestro, en esa escuela rural en medio del campo. Y yo corría a...

Celestina

De Celestina, nadie sabía nada, pero de sus manos sí: el ágil movimiento de sus dedos; la fuerza de mortero de sus nudillos; el enrojecimiento intenso de sus pulgares; la suavidad de sus...

Solo treinta

-Mamá, son solo treinta libros.
- ¿Y quién dijo que tienen que ser nada más que treinta- La repisa. ¿No ves que entra esa cantidad más o menos? Ésta que...

De boca en boca

"¿De qué será esa mancha? ¿Qué forma tiene? Un tigre agazapado; mejor un gato a punto de abalanzarse sobre un pájaro desprevenido. ¡No, es una boca! Sí, una boca"...

El Candidato

"¿Qué ocurre? ¿Por qué nos citó tan temprano? ¿Nos va a decir finalmente si acepta?", fueron las preguntas de casi todos los que iban llegando al Salón Blanco de la Municipalidad... 

Otro pueblo

¿Por qué esperé quince años para volver? Quince años con las tripas en revoltijo, la garganta agriada por el recuerdo que nunca se hacía pasado. "Allí está él", me dije mil veces como escudo "¿Y qué?,...

Espíritu navideño

La ciudad, como todos los años, en diciembre se vestía de Navidad invernal aunque hiciera treinta y cuatro grados. Un Papá Noel en cada supermercado, transpirando debajo de una barba sintética y...

Mis zapatillas

Las lágrimas me corrían por la cara como vertientes bajando de la montaña. ¡Lloraba por las zapatillas negras con bordes rosados! Lloraba por unas zapatillas, pero lo más loco no era eso sino que...

Venus, la carnivora

Con total fascinación coloqué frente a la ventana de la cocina la planta que acababa de comprar en el vivero.
- Es una insectívora. La popularmente llamada planta carnívora...

Abrazo blanco

El niño no corre. No puede. Sus piernas han recorrido demasiado camino o la desesperación le venció el ánimo. Aprieta un envoltorio contra el pecho y de tanto en tanto mira hacia atrás...

Mujer maravilla

"Primera jornada de frío polar" dijo el locutor de la radio, con voz grave y agregó: "dos grados". Sin consciencia aún de lo que eso significaba, tal vez porque el día anterior todavía me calzaba...

Monstruo

-A ver, dígame qué fue lo que pasó.
- ¿Otra vez? Ya lo dije como cinco veces, Inspector.
-Y qué... Si lo tiene que decir otras veinte, lo hará. Así que...

El comedor de San Expedito

No tenía aspecto de comedor, menos aún de restaurant, y sin embargo pregunté qué se podía comer. Quien me respondió no se parecía a mozo o mesero que yo haya conocido pero...

Empatía

El abogado, parado en el último escalón de la escalera de acceso a la sala de espera de su estudio, se miraba fastidiado la punta de sus zapatos cuando escuchó la voz de su secretaria: "el Doctor...

Fuga

Santiago Heredia corría y corría. La puntada que se le había clavado en ese lugar que amenaza dejarlo a uno sin aire le complicaba el ritmo, pero no podía parar. No debía. Cuando el policía gatilló y...

La niña en la ventana

La niña mira a través de la ventana y pregunta cuándo la llevarán a su casa. Del otro lado del vidrio, ella ve un sendero de tierra más allá de la tranquera, sin indicios de polvareda. Y pasan los días y ella...

Camino de matuastos

Alberto era como burro de carga para el trabajo. Con los principios de sus antepasados gringos en sus venas, no faltaba jamás, ni a la faena ni a su palabra. De contextura delgada, podía, sin embargo...

Sin derecho al cielo

No le digas "Negro de mierda" a ese muchacho que ves ahí abajo. Es cierto que estuvo más tiempo en el reformatorio que en su casa; es cierto que no anduvo por "la buena senda"; es cierto que...

El remedio

-No, no gracias, con el jarabe para que afloje la tos es suficiente, dijo el hombre. La farmacéutica soltó la carcajada, le cobró y siguió atendiendo. El hombre partió con el desconcierto en la mirada...